Los secretos de la tierra y de nuestros valles mexicanos de Guadalupe y Ojos Negros son los pilares para crear uvas de calidad. Después de un largo proceso entre el agrónomo y el enólogo, ésta culmina con la producción del mejor vino mexicano: el de Monte Xanic. Hoy, Ángel Carlos, actual agrónomo de Monte Xanic, nos revela todos los secretos que guarda nuestra tierra.
Las características que debe tener el terruño para la creación de vinos blancos como Sauvignon Blanc, Chardonnay, Chenin Colombard y Rosé Grenache es el clima. El Valle de Guadalupe es el ideal ya que cuenta con un clima Mediterráneo que favorece el suelo para el mejor desarrollo organoléptico del fruto.
Para crear vinos con la calidad de Monte Xanic, la tierra se debe preparar primero sub-soleando el suelo, airear la tierra, ver que se encuentre totalmente suelta para la buena adaptación de las plantas. En esta época del año, en el proceso de la creación del vino, nos encontramos en inicio de brote donde las plantas dan inicio a su nuevo ciclo de desarrollo vegetativo.
Las particularidades de los dos valles y su tierra, es que contamos con el clima ideal en el Valle de Guadalupe. Por otro lado, en Ojos Negros, contamos con el agua suficiente para el desarrollo de nuestras plantas y poder regar de la mejor manera. Las diferencias entre cada variedad que cosechamos aquí en Monte Xanic son el comportamiento de las plantas desde su inicio de brote hasta su cosecha.
Cada varietal tiene su tiempo para hacer su función hasta llegar a la maduración. Es en el transcurso de esta maduración que vas notando la diferencia en colores, en sabores y tamaño de baya. Ángel nos cuenta que el proceso que más le apasiona, es la cosecha. “Es ahí donde ves y sabes que tu esfuerzo ha valido la pena.”
Ángel tiene una conexión con la tierra desde 1996, siendo apenas un niño de 4 años, tuvo la fortuna de crecer en el campo en compañía de su madre y hermanos quienes actualmente continúan trabajando la tierra en Monte Xanic.