Como muchas tradiciones mexicanas, la celebración del día de la Candelaria tiene orígenes prehispánicos y católicos.
En el México prehispánico, el calendario azteca marcaba como inicio del año el 2 de febrero. Este día los habitantes de varios poblados llevaban al templo mazorcas en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl. Este ritual se realizaba para bendecir el maíz y asegurar que la siembra fuera exitosa.
Para los católicos, esta fecha coincide con el día en que se presentó al Niño Jesús ante el Templo de Jerusalén.
A la llegada de los españoles a nuestro continente, se mezclaron ambas costumbres, originando el día de la Candelaria. Una tradición que conserva el nombre de la Virgen de la Candelaria pero se celebra con productos derivados del maíz como los tamales y el atole.
Este 2 de febrero, si vas a comer tamales ¿Por qué no acompañarlo con un buen vino?.
Queremos dejarte algunas sugerencias de maridaje, propuestas por el periodista gastronómico y sommelier Carlos Borboa, para que acompañes esta tradición con una de nuestras etiquetas.
“Para los de pollo con mole nada como ensambles de Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot con buena potencia, frutalidad explosiva y delicados aromas de roble, como los que caracterizan a Monte Xanic Selección.
Los de cerdo en adobo merecen tintos de Tempranillo, Merlot o Cabernet Sauvignon, frescos y sedosos en tanino, con la acidez suficiente para neutralizar la sensación del adobo y la masa en boca. Calixa Blend, con su base de Tempranillo y cuidadosa crianza en roble francés, es simplemente perfecto.“
Anímate a probar maridajes inesperados y sabores excepcionales.