Monte Xanic fue fundada en 1987 por cinco amigos (Hans, Manuel, Tomás, Eric y Ricardo) grandes amantes del vino, que pensaban que México y Baja California tenían los elementos para elaborar un vino de alta gama. Su único objetivo era crear por primera vez, un vino mexicano de calidad. “Si no lo vendemos, pues nos lo tomamos” se escuchaba entre estos empresarios aventureros.
En 1988 se produjeron los primeros vinos, el Chenin Colombard y el Cabernet Sauvignon. La primera cosecha de Monte Xanic salió al mercado en ese mismo año con 6,200 cajas de Chenin Colombard.
El sueño tuvo que superar muchos obstáculos, como la carencia de cultura del vino en el país y la consolidación del mercado mexicano frente a los vinos extranjeros. En esa época, los vinos españoles, chilenos, italianos y norteamericanos, eran los preferidos de los consumidores. Muy pocas personas sabían que se hacía vino en México.
La meta era lejana y llena de retos: desarrollar un producto diferente, generar tendencia, posicionar una marca y al mismo tiempo, invertir en el campo y su infraestructura para ofrecer la mejor calidad. Con esfuerzo, dedicación y respetando los procesos de producción, su conexión con el terruño y el compromiso con la calidad del producto, Monte Xanic se colocó en el plano del vino a nivel internacional y nacional.
Conquistando paladares de jueces y concursos mundiales relevantes, los vinos fueron reconocidos por expertos. Se han recibido más de 400 medallas en los concursos más reconocidos internacionalmente.
A poco más de 30 años, el presente de Monte Xanic es de éxitos conseguidos y de metas logradas. Con un equipo consolidado, un portafolio estructurado con 21 etiquetas y cuatro marcas: Gran Ricardo, Ediciones Limitadas, Monte Xanic y Monte Xanic Calixa. La bodega es sólida, consistente y proporciona una garantía de calidad a sus clientes. Una empresa orgullosamente mexicana.